Antonio Molina “El Choro" © Carmen Young, ©Ernesto Artillo
Alguien escribió, hace no mucho: «la espontaneidad es el resultado de un enorme trabajo previo». Y así es. El artista en creación, en escena, es un generador de lo espontáneo, y sin embargo lo que ocurre en un instante (en el escenario, en el tablao, en la calle) se nutre de la búsqueda, del bagaje, del entrenamiento y entretenimiento, de todo lo anterior que al artista sustenta.
Antonio Molina «el Choro», nos cuenta: «Así se ha hecho siempre en mi familia. Lo espontáneo. Estar comiendo, arrancar por fiesta… No había un ‘vamos y preparemos, planifiquemos’. Todo surge»
El Choro, bailaor de raíz, creador contemporáneo, se dispone a mostrar (que no a demostrar) que su espontaneidad flamenca nace de su camino anterior. Una teoría de lo espontáneo.
Baile, Antonio Molina “El Choro”
Colaboración especial de cante, Jesús Corbacho
Vientos, Francisco Roca